Costa Rica Holiday Rentals es una empresa especializada en administración de propiedades, rentas vacacionales, transporte turístico y tours, que nació en el año 2008 en Jacó, Costa Rica, con la promesa de convertirse en un referente para el sector a nivel nacional e internacional, algo que al día de hoy se han ganado a mucho pulso.
La idea de este negocio se generó en la mente de su fundador: Christian Salazar, un emprendedor costarricense que sin miedo al éxito apostó todo a un sueño y a la inspiración que causó un proyecto similar en el que había trabajado años antes.
Es así como Christian Salazar, con mucho entusiasmo y una maleta llena de esperanzas, sueños y ganas de trabajar duro, se mudó desde la capital costarricense hacia Jacó, para echar andar una idea que años más tarde se convirtió en el motor que impulsó a su núcleo familiar a unir esfuerzos para consolidar el proyecto empresarial.
En sus inicios Costa Rica Holiday Rentals solo eran Christian y su hermano Daniel Salazar, quienes, con dos microbuses y muchas ganas de salir adelante, emprendieron en el negocio del turismo, ofreciendo tours y transporte a los turistas.
La experiencia, el talento y la consistencia de estos dos jóvenes emprendedores los llevó a posicionarse en un mercado donde ahora existe mucha competencia. Después de varios años de arduo trabajo el negocio creció, lo que les permitió contratar más personal e integrar a más miembros de la familia.
En la actualidad esta empresa sigue siendo liderada por Christian Salazar, quien junto a su hermano Daniel, su pareja Hellen Morales, su sobrino Sebastián y sus colaboradores, son la columna vertebral que sostiene y hace crecer el negocio a paso firme, seguro y marcando su propio ritmo.
El éxito de Costa Rica Holiday Rentals y la naturaleza del negocio, abrió la puerta a Christian Salazar para fundar su segunda empresa: Jaco Real Estate CR, un proyecto creado con la misma visión y vocación de servicio de calidad al más alto nivel.
El crecimiento de Costa Rica Holiday Rentals no fue un golpe de suerte, además de los múltiples esfuerzos de sus propietarios y sus colaboradores, el apoyo de inversionistas fue clave, quienes desde primera instancia no dudaron en confiar en esta empresa y recomendarla ante nuevos propietarios, que hicieron realidad el sueño de dos hermanos emprendedores, quienes contra todo pronóstico y sin contar con un gran capital lograron esculpir las bases que hoy en día sostienen dos sólidas empresas.
Las buenas referencias y la excelente atención a sus clientes permitieron a Costa Rica Holiday Rentals hacerse de una cartera de propiedades e inversionistas, actualmente sigue ofreciendo los mismos servicios de rentas vacacionales, tours, transporte y administración de propiedades, con la diferencia que ahora tienen más de 13 años de experiencia que los respalda, pero siempre manteniendo la pasión, la calidad y las ganas de trabajar que inyectaron al proyecto desde su primer día de existencia.
Holiday Rentals y Jaco Real Estate CR están sumamente relacionadas, ya que comparten el mismo talento, el mismo sueño de una familia y el mismo corazón que los impulsa a ser dos marcas hermanas competitivas dentro de su propio mercado y que cumplen con los estándares nacionales e internacionales que demanda sus clientes.
La alta competitividad y las múltiples empresas que existen en este sector no atemorizan a Holiday Rentals, su capacidad de superar cualquier expectativa al brindar una experiencia de hospitalidad única y de calidad a sus huéspedes de todo el mundo, los hace marcar la diferencia.
A corto plazo Christian Salazar y su equipo se han planteado expandir las operaciones de Holiday Rentals e incursionar más en la industria inmobiliaria, para convertirse en la empresa de capital 100% costarricense más competitiva del mercado local, manteniendo el “pura vida” que los caracteriza.
La perseverancia, convicción, consistencia, el autoaprendizaje, el trabajo en equipo, la pasión, el amor por lo que hacen, tratar a sus clientes como amigos, la ética y la capacitación constante del personal han sido factores claves que han llevado a una pequeña empresa que surgió de la nada a volar como el fénix para alcanzar el éxito que tanto anhelaron Christian y Daniel Salazar.
“Trabaja fuerte y construye tu propia suerte”, es la frase que no solo identifica a Christian Salazar, un prominente empresario costarricense que talló su carrera a base de esfuerzo, trabajo duro, autoaprendizaje y mucha dedicación; sino que también enmarca sus objetivos, metas y retos.
Heredó de su padre, Luis Gerardo Salazar, un vendedor “de puerta a puerta”, la habilidad y pasión por los negocios. Pese a que no culminó sus estudios universitarios, hoy en día es uno de los empresarios más destacados de su cantón.
Nació en San José, Costa Rica, el 23 de febrero de 1979, estudió la primaria en la Escuela Elías Jiménez Castro y la secundaria en el Liceo de Costa Rica. Hizo estudios audiovisuales en la Universidad de Veritas. También estudió arte en La Casa del Artista, ya que desde niño tenía habilidades para la pintura.
Desde muy joven y por motivación de su papá y su mamá, Rosibel Guerrero, estudió inglés, por lo que siempre buscó trabajos que lo ayudaran a poner en practica el idioma extranjero. Trabajó por más de cinco años en call centers, sin embargo, esto no saciaba su sed de emprendedor que llevaba consigo desde el día en que nació por herencia de su progenitor.
El estar cansado de trabajar por tantos años en call centers, lo cual considera muy agotador y su pasión por el surf y la playa, lo motivó a viajar con más frecuencia a Jacó, donde conoció muchas personas, encontró un trabajo y una oportunidad para aprender.
Cambiar de trabajo, de ciudad y un poco su estilo de vida, lo llevó a ser más visionario, por lo que, aunque el empleo que consiguió como mensajero en una empresa de desarrolladores de condominios era algo más fácil de lo que estaba acostumbrado hacer, y tenía menos remuneración económica, exploró las oportunidades que le podía brindar.
En esta empresa aprendió sobre bienes raíces, rentas vacacionales, turismo, y con el paso de los años se convirtió en el lugar que le dio el impulso para su desarrollo como empresario.
Después de cinco años trabajando en esta empresa, el proyectó finalizó, fue vio la oportunidad de continuar operando los condominios, es así como en el año 2008 creó su propia empresa: Costa Rica Holiday Rentals.
En sus inicios Costa Rica Holiday Rentals solo eran Christian y su hermano Daniel Salazar, quienes, con dos microbuses y muchas ganas de salir a delante, emprendieron en el negocio del turismo, ofreciendo tours y trasporte a los turistas desde el aeropuerto a los diferentes destinos del país.
Con el paso del tiempo el negocio creció al punto que tuvieron que contratar choferes para dedicarse junto a su hermano al mercadeo y asuntos administrativos de la empresa. Llegaron en un momento a dar empleo a cinco personas más, sin embargo, el panorama cambió con la llegada de las plataformas digitales que ofrecían un servicio similar, algo que no tomó por sorpresa a Christian, quien, como un empresario visionario, previó este escenario, lo que le permitió reducir sus costos operativos.
Esta decisión incluyó vender los microbuses que tenían a los mismos empleados y seguir trabajando con ellos a través de subcontrataciones.
Luego, el negocio de rentas vacacionales y administración de propiedades fue creciendo, permitiéndole a Christian y a quienes trabajan con él, tener más personal.
A lo largo de los años se fue haciendo de una cartera de propiedades y conociendo más inversionistas, lo que ha llevado a potencializar su marca hoy en día.
Además de empresario, es miembro fundador del Club Rotario de Garabito, fundador del Partido Pueblo Garabito, por el cual fue regidor municipal por cuatro años (2016-2020). También es fundador de la Cámara de Rentas Vacacionales, instancia de la que actualmente es presidente.
Se considera una persona muy de familia, en unión de hecho estable desde el 2008 con Hellen Morales. Es padre de una niña de 10 años: Alana Valeria, quien, desde su llegada, el 29 de agosto de 2010, le cambió la vida y lo convirtió en una persona distinta.
Su pasatiempo favorito es trabajar y en sus pocos tiempos libres se dedica a alimentar sus conocimientos, estudiando de forma autodidacta.
Amante de la música, su día de trabajo no puede iniciar sin antes sintonizar una emisora o simplemente poner una canción. La comida costeña, los mariscos y el café son una de sus debilidades.
Está orgulloso del llevar en su sangre el “pura vida” tico; en futuro no muy lejano no descarta tomar un papel más incidente en la política costarricense, aunque por ahora prefiere enfocarse en su faceta como empresario.
Además de sus negocios de rentas vacacionales y bienes y raíces, es socio de una empresa de administración comercial y dueño de un restaurante de comidas rápidas.
Para Christian el éxito de un emprendedor es la perseverancia, tener convicción, ser razonable, no tener miedo, ser humilde y saber tomar los consejos.
Trabaja junto a su pareja, lo que considera una ventaja, ya que la mayor parte del tiempo pasan juntos y comparten un mismo objetivo, no solo como familia, sino como empresarios.
Su mayor fortaleza como emprendedor ha sido la visión de siempre tener algo más por alcanzar y sus ganas de seguir superándose. No conoce límites ni zona de confort, siempre está generando nuevas ideas, buscando siempre estar en el lugar correcto, en el momento justo, porque para Christian Salazar “la puntualidad es cortesía de reyes”.
“El que persevera alcanza”, este es quizás un dicho muy trillado, pero se convirtió en una realidad para Daniel Salazar, quien, con incontables tropiezos, caídas y errores logró esculpir los pilares que lo llevaron a convertirse en el emprendedor de éxito de hoy en día.
Nació en San José, Costa Rica, el 10 de abril de 1984; estudió la primaria en la Escuela de Excelencia Elías Jiménez Castro; la secundaria en el Liceo de Costa Rica; Monseñor Rubén Odio Herrera y realizó un intercambio en el Nichols School de Búfalo, Nueva York, cuando tenía 15 años.
Desde muy joven habla inglés, hizo varios cursos en computación y servicio al cliente, también estudió Ingeniería en Sistemas en la Universidad Latina de Costa Rica, pero no culminó dicha carrera porque se dio cuenta que no era a lo que quería dedicarse el resto de su vida, sin embargo, le abrió las puertas de muchas empresas que lo llevaron a adquirir la experiencia que ahora pone en práctica en un negocio familiar.
Desde muy joven pensó dedicarse al turismo y quería estudiarlo como carrera universitaria, sin embargo, la presión social lo llevó por otros horizontes. Su primer trabajo fue como agente de reservaciones para una empresa turística, pero cuando logró alcanzar un mejor nivel del idioma inglés empezó a trabajar en una empresa estadounidense en atención al cliente, después colaboró y adquirió mucha experiencia administrativa como agente de servicio al cliente de Call Centers, donde llegó a ser líder y supervisor de un equipo con más de 40 trabajadores a cargo.
Para otras personas, Daniel Salazar tenía la vida resuelta: un joven soltero, con un buen trabajo, salario bien remunerado y muchas comodidades, sin embargo, él no se sentía satisfecho. Tomar la decisión de dejar un trabajo estable fue algo difícil, pero, una voz interna siempre le repetía que era capaz y que podía lograrlo, sin importar cuántas barreras encontrara en el camino.
Fue así como en 2009 decidió asumir el reto, tomó sus ahorros de toda la vida, su liquidación y una maleta llena de sueños para mudarse de San José a Jacó y unirse a su hermano Christian Salazar, quien un año antes había decidido emprender su propio negocio: Holiday Rentals, al cual no dudó apostar porque además de los lazos sanguíneos que los unen, tenía la plena confianza que podían lograr sus aspiraciones.
En sus inicios, Holiday Rentals, la empresa que dos hermanos fueron esculpiendo a paso lento, pero seguro, solo se dedicaba a realizar transporte de turistas. Se llevó más de 8 meses desempolvado cajas y papeles para poder encontrar el norte e iniciar a darle cuerpo a este proyecto. Después de siete años de ardo trabajo de ambos hermanos, finalmente la empresa vio la luz del sol, logrando acceder a créditos, contratar personal y seguir aprovechando las oportunidades que les ofrecía el mercado.
En 2016 se casó con Vanesa Angulo y es padre de una niña de 18 meses. Desde muy joven hace ejercicios, le gusta la música, correr, andar en bicicleta, jugar futbol, mantenerse en forma y llevar un estilo de vida saludable.
Según Daniel Salazar, un emprendedor no puede darse el lujo de fallar varias veces porque no tiene el capital para volver a levantarse. La insistencia, consistencia y persistencia son su mayor fortaleza. En un futuro no muy lejano se ve abriendo puertas a otros emprendedores para que puedan crecer de la mano. Desea comprar propiedades para rentar y vender, ampliar más la empresa familiar y tener otras inversiones.
Para este joven empresario, la vida no es un golpe de suerte, las oportunidades se encuentran y hay que saber aprovecharlas, aunque fueron incontables los días grises, aún los recuerda como un trago amargo de un pasado que no es alejado a la realidad de todos aquellos que un día deciden tomar las riendas de su propio camino y asumen el reto de ser emprendedor. Esos días ahora los ve como una lección de vida, pero no se confía y sigue planteándose nuevas metas, que, aunque sabe no será fácil cumplir, está dispuesto a intentarlo porque en su ADN no hay lugar para el fracaso. Nunca se rinde.
Desde niña tuvo mucha determinación, sabía lo quería y cómo lograrlo, cada paso dado a lo largo de su vida ha sido estratégico, gracias a la experiencia logró comprender que esforzarse vale la pena, pero no hay que anteponer el trabajo por encima de su propio bienestar.
Nacida en Heredia, Costa Rica, el 27 de septiembre de 1988, Hellen Morales es una mujer de virtud y convicción. Estudió la primaria en la Escuela Central de Jacó y la secundaria en el Colegio Técnico Turístico del mismo lugar.
Desde muy joven sabía que su futuro estaba en el turismo, por lo que estudió un Técnico Medio en Hotelería y Eventos especiales, además de varios cursos relacionados a este tema.
Inició a trabajar desde los 18 años, haciendo reservaciones para una empresa de turismo, luego colaboró en la operación de un catamarán por dos años y después como jefa de reservaciones en un hotel.
Desde 2008 se unió en una relación formal con Christian Salazar, quien cansado de laborar para los demás tomó la decisión de formar su propia empresa: Costa Rica Holiday Rentals. Hellen Morales fue muy estratégica y decidió trabajar para otras empresas, para luego aplicar la experiencia y conocimiento que le podía brindar al negocio familiar.
Es así como en 2019, ya con varios años de conocimiento en el negocio del turismo, principalmente en el área de reservaciones, tours y recepcion, Hellen sintió que era el momento de trabajar con su pareja y poner en práctica todo el aprendizaje que había adquirido en otros lugares.
Cuando inició a trabajar en Costa Rica Holiday Rentals se encargaba de hacer las reservaciones, ventas de tour y coordinación de transporte, ahora le toca la parte administrativa de la empresa.
Lidiar con el tiempo no es problema para Hellen, ha aprendido el valor de cuidarse a sí misma antes que cualquier otra cosa. Diversas situaciones y experiencias le ayudaron a valorar cada momento y la importancia de cuidarse física y emocionalmente, ahora tiene una regla de oro: no importa cuánto trabajo haya y qué tan casando sea el día, la hora de la cena es sagrada y siempre debe hacerse en familia. Esto ha permitido a los Salazar- Morales tener el control entre su relación y la empresa.
Para Hellen, quien es madre de una niña de 10 años: Alana Valeria; al igual que para cualquier progenitora, hacer negocios y llevar a cuestas una familia es complicado, pero asegura que siempre se saca el rato; aunque hay días en los que trabaja hasta altas horas de la noche, siempre trata de darse una hora de descanso para hacer ejercicios, compartir con la familia y volver a cargar pilas.
Es una mujer decidida y cuando se propone un objetivo puede estar en pie todo el día hasta lograrlo, diariamente toma una clase de rutinas funcionales. Desde pequeña ha vivido en la playa, por lo que tiene una gran conexión con el agua y las olas, le gusta caminar, andar en bicicleta y leer, especialmente literatura y novelas: Los libros de Paulo Coelho no pueden faltar en su mesa. Los atardeceres son el antídoto para todos sus males, en especial cuando ha tenido un día difícil.
En el futuro le gustaría que la empresa sea más exitosa y próspera, tener más personal para las diversas tareas que conlleva la operación de esta, le encantaría poder iniciar nuevamente sus estudios en Administración de Empresas para aplicar sus conocimientos.
Para Hellen, lo más difícil de ser una emprendedora es estar consciente que al trabajar de forma independiente no se recibe un salario mensual, tienes que buscártelo.
La incertidumbre y la aguda voz que resuena en la cabeza, cuestionando si funcionará o qué pasará si no sucede son para Hellen los más grandes enemigos de todo emprendedor, sumado a las trabas de los gobiernos a través de los impuestos que ahogan cada vez más a aquellos que deciden abrir su propio camino hacia los negocios.
Según Morales, la responsabilidad, organización, motivación, deseos de superación, las ganas de trabajar duro y el planteamiento de metas son claves para todo emprendedor.
Su padre, Edgar Morales, quien es ebanista (artista para la creación de muebles) y exmiembro de la Cruz Roja, y su mamá, Hilda González, siempre le inculcaron, igual que a sus hermanas, la pasión por el trabajo, la familia y ayudar a los demás.
En su pizarra de trabajo siempre está escrito: “Amo lo que hago”, una frase que se ha convertido en el motor que la impulsa a enfrentar las más grandes adversidades y a seguir adelante cuando tropieza, porque si de algo está segura es que los sueños solo se alcanzan cuando se trabaja duro.